Una arquitectura evolutiva de software para la banca

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Las empresas financieras tradicionales luchan al momento de actualizar su software porque parten de un diseño rígido. Construyen su software para el problema actual y olvidan que el software debe poder adaptarse. Sino cada inconveniente o nuevo producto o servicio se vuelve un imposible. 

En Ginko trabajamos con desarrollos basados en arquitecturas evolutivas que acortan tiempos, reducen gastos y dotan de flexibilidad a las soluciones digitales que acompañan a las empresas innovadoras. Te invitamos a descubrir cómo aquí.

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Yo quiero estar liviano

En la actualidad, los bancos tradicionales poseen largos tiempos para el desarrollo y también costos altos para trabajar debido a que no implementan una arquitectura evolutiva para su software. Generalmente, se presenta un problema en alguno de sus canales (móvil o web) y corren al departamento de tecnología a buscar soluciones inmediatas. Es habitual que sean casos donde las demandas al sistema varían –por ejemplo, a principio o fin de mes– y el sistema no da a basto. El motivo es que no fue pensado para ser escalable. 

Otro de los problemas comunes es que distintas áreas del banco intenten resolver el mismo inconveniente o tercericen las soluciones para uno u otro canal. Cada cual resuelve en tiempos y con métodos distintos creando complejidad, desorden y mayores costos. En realidad, este mal hábito refleja una organización empresarial que responde a silos, donde cada equipo se vuelve un estanco y no hay comunicación con el afuera. Si quieres saber más sobre los principales desafíos de la banca en América Latina puede interesarte este artículo. 

Ahora veamos qué empresas sí trabajan con una arquitectura evolutiva.

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Pensar a futuro

La arquitectura evolutiva nos rodea hasta volverse imperceptible ¿Cuántas veces notamos un cambio significativo en Netflix o Spotify? Es probable que pocas. Sin embargo, sus innovaciones, desde sumar funcionalidades hasta alterar el aspecto de la plataforma, son constantes. Tan habituales que no las vemos. Google hace lo mismo y quizás sintamos vértigo cuando la interfaz del correo, por ejemplo, nos ofrece una nueva estética y funcionalidades.

Lo común a las no tan nuevas empresas es que su patrimonio original es su software. Lo nutren cada día porque es su único punto de contacto con el cliente. Los bancos, construidos primero como edificios con bóvedas, cajas y luego con cajeros automáticos, tienen mayor resistencia a atender también a lo que ocurre en los dispositivos móviles del cliente. Es cultural.

Las empresas financieras tradicionales suelen crear nuevos sitios web o canales móviles cada 5 años. Literalmente tiran a la basura y reemplazan lo hecho aumentando los costos por no utilizar bases de software que permitan la evolución y el crecimiento de nuevos productos. Y los desarrollos, como la comida, no se tiran. 

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Qué hace a un software evolutivo

Lo que define a este tipo de diseño son los patrones y conceptos que lo hacen flexible o extensible. Un ejemplo clásico está en la carga de archivos, de la cual desarrollamos un artículo completo aquí. Un software flexible permite montar al procesamiento de ficheros un módulo que produzca eventos y notificaciones sin interferir en el sistema y permitiendo tener información instantánea.

Una arquitectura evolutiva debe estar abierta cuidando todos los aspectos claves de la seguridad. Con esto en mente, es preferible diseñar un sistema para editar, tal vez con la inclusión de un código, que luchar con arquitecturas rígidas que cuestan mucho modificar. La ecuación es simple: fácil modificación, rápida adaptación, bajo impacto.

En los parámetros de las empresas que nacieron en la era digital una mejora en el software no puede tardar más de dos semanas. Para lograrlo las compañías evitan desarrollos paralelos ajustando la comunicación y objetivos de sus equipos, algo que desarrollamos en este artículo. Se trata de lograr armonía de metodología y cultura de trabajo.

En Ginko brindamos soluciones digitales pensadas desde una arquitectura evolutiva que permiten reducir tiempos y costos de desarrollo, bajar las tensiones entre las áreas de negocio y las tecnológicas, y mejorar la capacidad de la empresa para adaptarse sin que el negocio tenga que paralizarse.

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