Open Banking como modelo de negocio
¿Qué piensas del Open Banking?
Sabemos que existe una gran discrepancia de opiniones entre profesionales de la banca en Latinoamérica.
Por ello, lo primero que queremos pedirte antes de que sigas leyendo es que te preguntes eso: ¿cuál es mi opinión sobre el Open Banking?
Y todavía más importante: ¿por qué tengo esa opinión?
Para poder aprovechar todo lo que hemos preparado en este artículo, es importante que además de leer, te plantees de verdad cada una de las ideas y creencias que tengas.
¿Qué es el Open Banking?
El Open Banking es una práctica que consiste en compartir con terceros información financiera de una manera digital, segura y en condiciones que los clientes aprueben.
Aunque en otras zonas del planeta como la Unión Europea o Estados Unidos existen regulaciones acerca de esta realidad, en Latinoamérica continúa una gran discrepancia normativa.
Lo que implica que países como Chile o Colombia están en proceso legislativo, algunos ya han ratificado sus normas y otros ni siquiera han dado los primeros pasos hacia delante.
Una de las partes más importantes del modelo de Open Banking es la normativa PSD2.
Una regulación que nació en europea con el objetivo de garantizar la integración y seguridad de las interacciones entre bancos y terceros (o fintech) a través de APIS.
Pongámonos en contexto: ¿de qué trata la normativa de Open Banking?
Lo primero que debes saber es que existe una normativa que es diferente en función del país de Latinoamérica al que estés mirando.
Aunque cuenten con sus diferencias, tienen un objetivo muy concreto: dejar patente que el dueño de la información no es el banco, sino cada uno de sus usuarios.
Por lo tanto, si este lo desea, el banco está obligado a no quedarse con la información para sí mismo, sino que debe compartirla con otras entidades y herramientas que sean de interés para este cliente.
De esta manera, al existir una «obligación» de compartir la información de una manera segura, el banco se posiciona como una plataforma de servicios y no de productos concretos como está siendo hasta este momento.
Lo anterior, supone un cambio completo de paradigma en cuanto al funcionamiento de la industria de la banca.
Estado actual de la ley en Latinoamérica: una masa heterogénea de regulaciones
El gran reto de Latinoamérica en el sector del Open Banking es crear una regulación conjunta que permita a la banca operar de una manera similar en todos los países.
Mientras esto no exista, además de complicar la toma de decisiones en este camino a cualquier entidad financiera, supondrá un freno a las aspiraciones de «abrirse» de estas entidades.
Los beneficios a largo plazo están ahí y son muy claros. Sin embargo, la demanda que exige este proceso de transformación también es muy grande.
Como sucedió en Europa, esta gran evolución no sucederá hasta que el marco normativo lo convierta en necesario.
Por lo que la pregunta que debe hacerse cada banco ahora mismo en países como Chile o Colombia es: ¿merece la pena dar el paso hacia delante cuando todavía no es exigible o es mejor esperar a que exista una normativa que lo haga obligatorio?
En GinkoFS tenemos la certeza de que la respuesta es que sí, que adelantarse te colocará en una posición diferenciada y te asegurará una ventaja competitiva en el presente y en el futuro basado en una realidad muy concreta:
El cliente se convertirá en el centro de todas las operaciones, lo que aumentará el grado de satisfacción que tenga con la banca, ya que pasará de recibir productos genéricos a recibir servicios que se adecúan a sus necesidades particulares.
¿Cómo afecta a la banca tradicional?
Esta es una de las grandes preguntas.
Países como Colombia o Chile comenzaron a construir un marco normativo el 2020. Sin embargo, el proceso sigue en marcha y hasta que se conozcan las bases reguladoras, la banca no enseñará sus cartas.
Aunque ahora mismo muchas entidades lo observan con recelo, la realidad es que supondrá también un beneficio.
Este es el contexto.
En la actualidad existen organizaciones no reguladas (las fintech) que están ofreciendo productos y soluciones financieras.
Y aunque es injusto exigirle a pequeñas organizaciones como estas todo lo que se le exige a un banco, se necesita un marco legal donde todos juegan.
La ley en Europa: ¿un espejo en el que mirarse?
A la hora de regular el Open Banking, Europa está haciendo la tarea realmente bien y esto fue lo que llevó a los Gobiernos a entrar en acción.
En un contexto tan regulado como el europeo —mucho más restrictivo que el estadounidense, por ejemplo— las fintech a duras penas tenían margen de acción.
Sin embargo, hubo dos factores que derivaron en que las autoridades legislaran:
- La presión de las fintech para poder actuar bajo una regulación común aumentaba cada día.
- La propia Unión Europea observó los beneficios que esta decisión podría traer a los ciudadanos.
Una normativa que, más allá de abrir las puertas a estas nuevas organizaciones, convertían al cliente en el centro de todo.
De entre todos los países europeos, es buena idea mirar España. En este, las fintech y otros actores secundarios, entraron al ecosistema de un día para otro.
De esta manera, el usuario tuvo, también de un día para otro, muchas más opciones donde elegir y esto supuso un aumento de la competitividad que llevó a los bancos a querer aprovechar las oportunidades que surgieron del Open Banking.
De hecho, según una encuesta realizada en el año 2019, más del 60% de los clientes se cambiarían a una entidad completamente digital —y algo nos dice que con el COVID esta situación se habrá acrecentado—.
Cómo los bancos pueden rentabilizar esta normativa
La realidad es que el Open Banking supone en la actualidad —y lo hará todavía más en el futuro— una gran oportunidad de negocio.
Por ejemplo, BBVA tiene su propio API Market, donde Fintech y empresas de terceros pueden conectarse con el banco:
- Como cliente adquieres siempre la solución que necesitas.
- Como fintech o tercero, puedes obtener los datos del cliente para realizar una transacción.
- El BBVA consigue un ingreso del propio cliente.
Sin embargo, hasta que exista un ecosistema que de verdad promueva esta innovación, será muy complicado que se aprovechen todas las oportunidades que están encima de la mesa.
Después de todo, la apuesta por el Open Banking exige una inversión en innovación de tiempo y dinero considerable, que debe verse recompensada:
- El banco debe poder rentabilizar todas estas operaciones, ya que a la entidad cada una de estas conexiones con empresas de terceros les supone un coste.
- Una de las maneras de lograrlo es con la oportunidad de que un tercero ajeno pueda acceder a un servicio del banco cuando lo necesite (por ejemplo, solicitar un préstamo durante una compra en una plataforma ajena a la de la banca).
- Aunque gane un poco menos por cada cliente, ampliará su mercado y tendrá la posibilidad de llegar a muchas más personas que puedan solicitar sus servicios.
Cómo Ginko puede acompañar en una evolución digital mediante un plan de Open Banking
El gran desafío de la banca es transformar tanto la tecnología como los procesos tradicionales que están utilizando, por unos que puedan satisfacer las demandas de los clientes.
La realidad es que si hoy se publicara la nueva normativa y se hiciera preceptivo su complimiento, la mayoría de los bancos necesitarían de una gran inversión para adaptarse y mucho tiempo de adaptación.
Tanto en cuanto al propio modelo de negocio de la banca que la convierta en una plataforma de servicios personalizados, como la tecnología que sea necesaria para realizar esa transformación.
Una inversión que será necesaria muy pronto, si atendemos a la tendencia global.
Durante todo este proceso de transformación, GinkoFS puede convertirse en una pieza fundamental.
El desarrollo de un modelo de Open Banking, conlleva la implementación de Open API, que actuará como elemento clave para realizar cada una de las tareas:
- Abrir y conectar con aplicaciones de terceros.
- Permitir la interacción entre unas y otras de manera eficiente.
- Generar una experiencia de usuario agradable para el cliente.
Como te contábamos, toda esta transformación exige una inversión en tecnología que el banco necesita rentabilizar.
Con GinkoFS como partner tecnológico encontrarán a un aliado que permitirá cumplir con las necesidades actuales y futuras que aparezcan a lo largo del proceso de transformación y de los futuros cambios legislativos que lleguen.