Claves para diseñar una banca de internet que evolucione

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Las redes sociales, la cultura del streaming y las compras online que llegan hasta las puertas de las casas empujaron a las personas y a las empresas a exigir a sus bancos y compañías financieras un espacio de gestión que sea seguro, eficiente y atractivo. 

La vara está alta. Este canal primordial debe ser construido cuidando pautas de desarrollo claves como las regulaciones, las normas de calidad, la seguridad de la información y el diseño de experiencia usuario. 

En este artículo te compartimos reflexiones sobre cómo crear un software que esté listo para evolucionar con la industria financiera.

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Plataforma virtual, servicio real

Una banca internet es antes que nada un canal que conecta digitalmente la entidad financiera con dos grandes tipos de clientes separados por necesidades específicas que deben ser satisfechas por un mismo software. Por un lado, las empresas y por el otro, las personas. 

Este espacio virtual es conocido como el front end, donde se interactúa con los usuarios y se despliega la estrategia para el tipo de experiencia deseada por la empresa, incluyendo la oferta de productos y servicios.

La banca internet también debe responder a las demandas operativas de los equipos de trabajo de la compañía. Por ejemplo, dar acceso a quienes hacen seguimiento de las solicitudes y trámites de los clientes que van desde gestionar un token de seguridad hasta restaurar una contraseña. Este espacio virtual es conocido como backoffice. 

La ingeniería de una banca internet incluye servicios de menor y mayor criticidad, donde un error puede perjudicar a una o a decenas de miles de personas. Las empresas acuden a las entidades para pagar nóminas enteras, sus compromisos son más cuantiosos y por eso se les cobran comisiones acordes a los activos que mueven. 
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Beneficios hoy acostumbrados

Parece una obviedad, pero la banca internet intenta resolver las necesidades operativas de todos los usuarios en el menor tiempo posible sin la necesidad de que asistan presencialmente a las oficinas o bancos. 

Para las personas el cambio virtual significó agilizar la gestión de sus economías permitiendo, por ejemplo, pagar servicios, transferir dinero, activar o desactivar tarjetas de crédito o manejar cheques sin alejarse de su ordenador hogareño o su dispositivo móvil. 

El impacto en las empresas no fue menor. Permitió volver a mapear las organizaciones de un modo más eficiente entregando información específica a cada equipo de trabajo. 

El avance de los desarrollos tecnológicos de la banca internet permitieron amoldar al formato digital las funciones que antes dependían del dinero físico y muchos papeles y archiveros. Cada acción para clientes, empresas o equipos de trabajo puede ser programada, desde el log-in pasando por las notificaciones y hasta las aprobaciones. 

Para conocer más sobre las funcionalidades básicas de la banca puedes leer este artículo. 

Antes de poner las funcionalidades en marcha es importante contemplar ciertos aspectos de desarrollo y seguridad.
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Claves al diseñar una banca internet

Existen cuatro aspectos fundamentales al programar una banca internet: las regulaciones, las normas, la seguridad de la información y el diseño de la experiencia del usuario. Repasemos cada una.
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Regulaciones

Para trabajar dentro de la ley, una banca internet debe cumplir una serie de regulaciones que dependen del país desde donde opere. Por ejemplo, apegarse a criterios sobre los límites de transferencias o montos deben mantener, la protección de datos de clientes y empresas, o simplemente la obligación de operar con una sede física en un territorio específico. 

En Chile estas pautas son establecidas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el organismo público que fiscaliza a las entidades y las actividades que participan de los mercados de valores y de seguros. 

Un ejemplo interesante y actual de regulación es la portabilidad financiera que fue puesta en marcha en Chile, pero aún no está resuelta en Colombia. La idea es que las empresas y clientes puedan trasladar sus cuentas y productos de un banco a otro sin mayores inconvenientes. Para hacerlo las compañías involucradas necesitan trabajar con una plataforma de aplicaciones abierta. Puedes leer más sobre esta práctica de Open Banking aquí. 
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Normas

Las regulaciones definidas por los países orientan a las empresas financieras y bancos en cómo aplicar las normas, es decir, las reglas para operar con eficiencia y protegiendo la actividad para todas las personas involucradas. Una norma común a la banca es la ISO 9001, un estándar internacional que asegura que el programa funciona y es seguro porque fue construido y es mantenido a través del Sistema de Gestión de la Calidad (SGC). Es muy exigida para el proceso de licitaciones estatales.

Otro buen ejemplo son las normas de seguridad de los datos del sector de tarjetas de pago, también conocida por la sigla PCI, donde se fijan parámetros mínimos de seguridad de los datos. Esto surgió hace 15 años luego de las denuncias por violaciones a la privacidad de millones de usuarios de tarjetas de crédito. De allí nació la norma ISO/IEC 27001, un estándar para la seguridad de la información aprobado por la International Organization for Standardization y por la Comisión Electrónica Internacional. 

Seguridad de la información

Los bancos y las empresas financieras manejan información valiosa de la vida de las personas y sus proyectos. Su capital corre por la plataforma siendo sensible a quienes quieran hacer daño. Por eso el diseño de una banca internet debe prestar, desde el inicio del desarrollo tecnológico mucha atención a cómo cuidarlo. En particular, se trata de quién puede ver qué. 

Las contraseñas y autenticaciones son claves para una seguridad integral. Un ejemplo sencillo es controlar el calendario para que las personas no puedan operar en las aplicaciones en determinados horarios. Otra forma de mitigar malos usos es regular la identificación del dispositivo que ingresa al software. Las alertas deben ser constantes porque una mínima falla en el sistema puede permitir acceso, por ejemplo, al saldo de las cuentas exponiéndolas a un ataque. 

‍Cuidar de los datos no debe ser solo un ejercicio de cada desarrollo tecnológico sino también de las redes internacionales que unen a los bancos y empresas financieras. En 2016 una de ellas, Swift, fue blanco de ataques que llevaron al robo de más de 80 millones de dólares de una cuenta del Bangladesh Bank en la Reserva Federal de Nueva York. 

‍La seguridad no debe ser un apéndice al final del desarrollo de una banca internet. Es preciso que sea contemplada desde el principio y siempre esté lista para ser actualizada, al igual que todo lo vinculado a la experiencia del usuario, más conocido por la sigla inglesa UX (User Experience). 
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Diseño de experiencia de usuario

Décadas atrás era suficiente con que una banca internet tuviera un buen acceso para los usuarios, ya sean personas o empresas. Todavía significa una novedad poder resolver acciones o trámites sin tener que ir a los lugares. Hoy la experiencia digital es parte de la cotidianidad y elevó los estándares de lo que se considera un desarrollo de programación amigable. 

Sabemos que los bancos no quieren ser comunidades virtuales, pero sí deben volverse atractivos para sus usuarios. Por supuesto, eso no significa hacer un bonito diseño de aplicación y olvidar la eficiencia y seguridad de sus procesos. Quizás un meme ayude a entender este punto.

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Los bancos y empresas financieras de la actualidad son calificadas, elegidas o descartadas no solo por la calidad de sus productos y servicios sino por la experiencia digital que proponen. La demanda es por que las aplicaciones estén a la altura de otros contextos virtuales. En particular, las plataformas de compra y venta como Amazon y las redes sociales como Instagram. 
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Un producto que evoluciona

En Ginko hemos desarrollado cientos de modelos de negocios con sus respectivas bancas internet bajo las premisas de trabajar en la seguridad, la calidad y la experiencia del usuario. 

Entendemos que el software no es un proyecto cerrado y listo para volverse obsoleto con el paso del tiempo. Debe evolucionar de forma ágil porque así lo exige la industria y los clientes. 

Esa es nuestra búsqueda: impulsar la innovación.

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